martes, 26 de julio de 2016

Open. Mi historia

Aquí os traigo la reseña de la que será una de las lecturas que ocupen un lugar privilegiado en mi corazón para siempre. Os lo recomiendo aunque no os guste el tenis o aunque no lo entendáis, no es necesario para que esta historia os llegue a lo más hondo.

           
                     Open. Mi historia - Andre Agassi


Biografía de este crack del tenis escrita - mejor dicho maravillosamente escrita - por el premio Pulitzer J. R. Moehringer. Me ha tenido absorbida, impactada, conmovida y durante muchas noches trasnochada. Si le admiré como tenista ahora le admiro también como ser humano. No podía saber lo que había detrás de este personaje al que solamente conocía en su faceta pública de deportista de élite. No sabía nada de la trayectoria que recorrió hasta llegar a lo más alto del tenis mundial y que no fue un camino de rosas precisamente. Su historia me ha tocado la fibra sensible y me ha llegado al corazón.
Siendo el menor de cuatro hermanos y con un padre tirano, violento y obsesivo que a toda costa quería un campeón en la familia, tenía todas las papeletas para que le tocase ese papel ya que era su última esperanza. Con una madre bondadosa pero indolente, que ni opinaba ni se interponía entre sus hijos y su marido, su futuro quedó totalmente en manos de su padre que le forjó para ser lo que él siempre soñó y no consiguió.
Era todavía un bebé cuando le pusieron una raqueta en la mano y ya no la soltó. Su infancia si puede llamarse así fue muy dura. Consistió en devolver y devolver pelotas cada día a la máquina lanzadora ideada por su padre a la que llamaban “el dragón”. Pobre niño, odiaba el tenis. Después tuvo que ir de torneo en torneo por todo el país para al final ir a parar a una academia en Miami, lejos de casa y solo, y desde allí seguir entrenando y compitiendo. Pobre muchacho, seguía odiando el tenis. Allí se convirtió en un rebelde de la única manera en que estaba a su alcance: con peinados extravagantes y un vestuario estrafalario para llamar la atención. Allí se convirtió en el “enfant terrible” del tenis como se le conoció en el circuito profesional años más tarde, en el jugador emocional e intuitivo que siempre fue hasta llegar a lo más alto de este deporte. Pobre hombre, como odiaba el tenis.
Esta es la emocionante historia de una vida llena de contradicciones, de un hombre bueno, tierno y sensible que no tuvo otra opción más que jugar al tenis. Nadie le preguntó qué quería hacer, a nadie le importó. En muchas ocasiones se sintió inseguro, desamparado y solo. Siempre en busca del cariño que tanto anhelaba tuvo el suficiente tino para rodearse de familiares y amigos que le apoyaron y arroparon, que llegaron al fondo de su personalidad y que le quieren por lo que es en esencia: un hombre bueno y con un gran corazón que ha necesitado desnudar su alma para encontrarse a sí mismo.


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